Uno de los tópicos en los estudios de la comunicación internacional es la concentración de poder; situación que se observa en el predomino de las grandes agencias en las regiones del tercer mundo. Según Guillermo Mastrini y Martín Becerra en el sistema global comercial de la información y de la comunicación existen tres niveles para jerarquizar a los grandes conglomerados comerciales.
El primero corresponde a una decena de grupos transnacionales cuya lógica se construye a partir del funcionamiento del mercado estadounidense.
En el segundo se ubican un conjunto de cincuenta grandes grupos con sede en Europa, Estados Unidos y Japon.
Sin embargo, en el tercer nivel confluyen grupos líderes de mercados domésticos nacionales o subregionales del resto del planeta, lo que está conformado por unas noventa corporaciones entre las que se encuentran en el mercado latinoamericano- los grupos Televisa de México, Cisneros de Venezuela, Globo de Brasil y Clarín de la Argentina. Pero estas organizaciones que dominan el mercado regional tienen un comportamiento semejante al de los principales actores corporativos a escala global, es decir, son grupos multimedia con ramificaciones a otras actividades comunicacionales como también de la industria y el comercio. Igualmente, generan alianzas internacionales, como es el caso del grupo Globo, que se ha asociado en un consorcio de compañías de Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Bolivia, liderado por Telecom Italia para prestar servicios de telecomunicaciones en Brasil, Argentina, Chile, Cuba, Bolivia y Paraguay.
Sin embargo, en el tercer nivel confluyen grupos líderes de mercados domésticos nacionales o subregionales del resto del planeta, lo que está conformado por unas noventa corporaciones entre las que se encuentran en el mercado latinoamericano- los grupos Televisa de México, Cisneros de Venezuela, Globo de Brasil y Clarín de la Argentina. Pero estas organizaciones que dominan el mercado regional tienen un comportamiento semejante al de los principales actores corporativos a escala global, es decir, son grupos multimedia con ramificaciones a otras actividades comunicacionales como también de la industria y el comercio. Igualmente, generan alianzas internacionales, como es el caso del grupo Globo, que se ha asociado en un consorcio de compañías de Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Bolivia, liderado por Telecom Italia para prestar servicios de telecomunicaciones en Brasil, Argentina, Chile, Cuba, Bolivia y Paraguay.
Según los autores, desde los años ‘80 en adelante, los países latinoamericanos liberalizaron, desregularon y privatizaron las principales áreas informativas, a través de la incorporación de capitales externos, que paulatinamente ha ido declinando la gestión artesanal de las comunicaciones, debido, entre otros, al cruce de capitales de una industria a otra.
No obstante, la incorporación de los grupos dominantes globales en los países latinoamericanos y en los grupos fuertes de la región, brinda beneficios mutuos, ya que para los empresarios locales se fortalece su capacidad de acción, incorporan tecnologías, contenidos y mejoran la capacidad financiera de las empresas; y para los grupos globales significa reducir el riesgo de inversión explotando la inserción de los grupos locales en mercados que los globales desconocen, y aprovechar los contactos y la influencia política, en el sentido más amplio, que los grupos locales y regionales han venido desarrollando históricamente en su contexto.